Los 12 hábitos de los viajeros frecuentes que podrían ayudarte en tu próximo viaje

Los viajeros que viajan docenas de veces al año desarrollan hábitos que les ayudan a ganar tiempo y evitar problemas en el viaje, ya sea por trabajo o por placer. ¡Conocé los doce hábitos del viajero frecuente que pueden marcar la diferencia en tu próximo viaje en este posteo!

Durante quince años trabajé en empresas de consultoría estratégica y fui un viajero frecuente. Tomo entre 100 y 250 vuelos por año, dependiendo del período. Pasé más tiempo en aeropuertos y hoteles que en mi propia casa. También frecuentaba colegas y amigos que tenían un estilo de vida similar.

Con este ritmo de viaje, un poco de curiosidad y paciencia, terminamos aprendiendo mucho y adquiriendo hábitos y costumbres, ya sea con nuestros propios errores o con hechos que nunca imaginamos que podrían suceder. Algunas de estas prácticas son útiles para cualquier viajero, incluso aquellos que viajan una o dos veces al año.

1. Planificá bien tu viaje

Investigá la reputación de la aerolínea, especialmente si tenés más de una opción. Considerá si el pasaje aéreo incluye el equipaje permitido, reserva de asiento y si es reembolsable en caso de imprevistos. Si tenés una reunión importante por la mañana, es más seguro viajar el día anterior y estar tranquilo. Es importante tener en cuenta qué aeropuerto es el más conveniente, si hay tiempo suficiente para hacer las conexiones, pasar por inmigraciones (para vuelos internacionales) y registrar el equipaje. Me cansé de recibir itinerarios de agencias de viajes fallidos, conexiones desde diferentes aeropuertos o tiempos de conexión imposibles. A veces, en el deseo de hacer el viaje lo más corto posible, elegimos vuelos de conexión muy cercanos entre sí. El día del viaje, se vive la desesperación. Y si perdimos la conexión, nos quedamos en tierra durante muchas horas más en el aeropuerto.

2. Considerá los efectos de las estaciones altas y bajas

La temporada alta, especialmente durante las vacaciones escolares, es sinónimo de precios mucho más altos, aeropuertos abarrotados y colas, hoteles y destinos saturados. La temporada baja puede traer un viaje mucho más tranquilo y más barato. Pero, entre ellos, hay períodos que parecen perfectos, con un clima agradable, precios razonables y tranquilidad. No siempre podemos escapar del efecto rebaño, pero intentá al menos una vez en la vida tomarte vacaciones entre abril y junio o de septiembre a noviembre, y descubrir un mundo nuevo. Cuanto más flexible sea tu calendario, más ahorrarás.

3. Verificá los datos y el itinerario de los pasajeros tan pronto como se emita la reserva

No puedo decir cuántas veces mi pasaje llegó con mi nombre mal escrito (por ejemplo Leandro Cassol en lugar de Leonardo Cassol), o el vuelo o la fecha incorrecta. Los errores ocurren incluso cuando compras tu pasaje vos mismo. Resolver este tipo de problema el día de la compra evita daños. En la víspera del viaje, también es importante consultar el sitio web de la aerolínea para ver si hay cambios. Es bueno tener la aplicación de la aerolínea en tu celular. También hay aplicaciones que monitorean la reserva y te avisan sobre cambios como Check My Trip y TripIt.

4. Hacé check in online lo antes posible y elegí un buen asiento en el avión

El check in temprano aumentará tus posibilidades de obtener un buen asiento en el avión, lo que te ahorrará tiempo en el aeropuerto y disminuirá las posibilidades de tener exceso de pasajeros. No confíes en quien dice que cualquier asiento en el avión da igual porque no es así. Elegir un asiento en el medio, cerca del baño, o un asiento no reclinable no es lo mismo que sentarse en la ventana o el pasillo en una fila con más espacio. 

5. Llevá poco equipaje, sólo lo que realmente importa

Despachar el equipaje significa perder el tiempo y arriesgarte a que se pierda o dañe. Caminar con una valija limita la movilidad y velocidad. Difícilmente veas a un viajero frecuente con una enorme valija. El consejo es traer sólo la ropa y calzado que te gusten y que sepas que usarás. Lo esencial, que ya usaste más de una vez. Por lo general, voy con un par de pantalones, uno en la valija, una camisa y ropa interior para cada día de viaje, medias y abrigo (si es época de frío). Nunca me pruebo zapatos o ropa nueva mientras viajo. No uso accesorios que activan el detector de metales. Incluso compré un cinturón con una hebilla especial para pasar los rayos X. Además, el cargador del celular, batería adicional, laptop, adaptador de corriente, medicamentos básicos y artículos de higiene esenciales. Perfume llevo muestras gratis o envases pequeños. No traigo ningún amenitie del hotel, como shampoo o jabón. Si necesitás algún artículo adicional o tenés un imprevisto, recordá que en otros lugares también hay farmacias y tiendas. No necesitás llevar toda tu casa con vos. Olvidar la pasta de dientes es fácil de resolver. Lo que no podés resolver es olvidar el pasaporte o algún otro documento que se requerirá para el embarque, efectivo o tarjeta de crédito.

6. Planificá los imprevistos de tiempo

Pocas cosas son tan agotadoras como llegar tarde a un vuelo. La regla que uso es tener, siempre que sea posible, es dejar el doble del margen de tiempo. A menudo almuerzo o ceno en el aeropuerto, o me tomo el tiempo para leer o trabajar desde allí. Esto me me ayudó a no perder mi vuelo docenas de veces, porque en las grandes ciudades el tráfico es impredecible.

7. Confirmá tu reserva de hotel el día del viaje

Especialmente si llegas tarde a tu destino. La mayoría de los hoteles trabajan considerando que no todos los clientes se presentarán. En los días de mayor ocupación, si no tenés una reserva garantizada de no presentación, tu estadía puede ser cancelada. Incluso intentan contactarte para confirmar, pero a veces estás en el avión, o no tenés acceso a Internet, o no tienen tu celular. En los departamentos y en los alojamientos de Airbnb, a menudo no hay recepción las 24 horas. Si querés evitar este tipo de situación en medio de la noche, avisá que llegarás tarde y anotá el nombre del empleado con el que hablaste.

8. Convertí el vuelo y el tiempo de viaje en momentos agradables

Descargá juegos en tu celular y no olvides los auriculares! Leé un libro que disfrutes. Trabajá, dormí, meditá, usa el wifi del avión … Cuanto más tiempo pases haciendo cosas que disfrutes, menos ansiedad y agotamiento sentirás. Para mí, el momento de volar casi siempre es agradable, porque me relajo y siempre tengo opciones para no aburrirme.

9. Sabé qué hacer en caso de demoras, cancelaciones o sobreventa

Conocer las reglas marca la diferencia en estas situaciones. Desafortunadamente, los empleados de las aerolíneas se ven obligados a minimizar los costos para las empresas y, a menudo, no tienen claro los derechos de los pasajeros en caso de problemas. Así que tené esto siempre a mano:

  • A partir de las 2 horas de demora tenés derecho a alimentos
  • A partir de las 4 horas, tenés derecho a alojamiento y transporte desde el aeropuerto hasta allá. Si estás en su casa, podés pedir transporte hacia y desde tu residencia al aeropuerto. 
  • Si el retraso es superior a 4 horas o hay una cancelación de vuelo, la aerolínea debe ofrecer, además de asistencia, opciones de cambio de reserva con otras aerolíneas o reembolso completo (la elección es tuya). 
  • Si hay problemas operativos o de sobreventa, la compañía debe buscar voluntarios que acepten abordar otro vuelo ofreciendo compensación (efectivo, pasajes adicionales, millas, noches de hotel, etc.). En ausencia de acuerdo, ANAC establece montos mínimos de compensación.

10. Aprovechá las millas y beneficios del programa de fidelización

Las millas son una moneda, como cualquier otra, que nos permite realizar nuevos vuelos o intercambiar numerosos productos y servicios relacionados con viajes y otros. Por lo tanto, cada vez que vueles sin incluir tu número de programa de fidelización, estás desperdiciando dinero y perdiendo beneficios relevantes. Además, cuantos más viajes, más beneficios tendrás, como el equipaje y el acceso a los mejores asientos del avión sin costo, upgrade de clase, anticipación de vuelo, prioridad de lista de espera, check-in y embarque, pasajes de cortesía, canje de pasajes. De los más de 60 países que he conocido, más de la mitad han sido gracias a mis millas. 

11. Revisá todo cuando te vayas de un hotel, avión, auto, etc.

Esto ayuda a evitar que dejes tus pertenencias perdidas por ahí. Cada viaje crea momentos de distracción, en los que podemos olvidar algo importante dentro del bolsillo del asiento del avión, en el baúl, en el baño del hotel, en el taxi o en Uber, en el aeropuerto, en la oficina, etc. Ya perdí mi teléfono celular, cargadores, auriculares, libros, bolso con ropa, entre otras cosas, hasta que aprendí a hacer una lista de verificación mental cada vez que salgo de algún lugar para ver si me olvido de algo. ¡Y funcionó! Mi tasa de olvido hoy es inferior al 1%. Otra opción es tomar notas o tomar fotos de lo que tenés para asegurarte de que no quede nada en el camino.

12. Tener un plan B

Incluso siguiendo todos estos consejos y planificando todo correctamente, los imprevistos pueden cambiar drásticamente tus planes. El mal tiempo, los desastres naturales, y las emergencias familiares pueden afectar directamente tu itinerario. A menudo bromeo diciendo que si tengo mi laptop y acceso a Internet, estoy listo para cualquier desafío. Lo importante aquí es tomar buenas decisiones cuando surja lo inevitable. Anticipar el vuelo para llegar temprano a casa puede ser una buena idea. O simplemente cancelar al viaje y la reprogramarlo puede ser la mejor solución. Tené en cuenta cuánto costará cancelar o cambiar el pasaje aéreo y el hotel, ya que hay muchas tarifas no reembolsables. Mantenerse conectado mientras viajás también es muy útil para resolver eventos imprevistos o recibir notificaciones de cambios.

¡Estas son acciones simples que cualquier viajero puede implementar!



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